Con mis esculturas felicito a todos aquellos que en su niñez han vivido la noche mágica de reyes con ilusión y fantasía.

Una silla encontrada, varilla de hierro, red metálica, fibra de vidrio, escayola y marmolina tintada.

Tu vientre siempre supurando ternuras y alegrías renovadas. Tus manos protectoras aguantando aguaceros. Tu boca sembrando sonrisas en campos propios y ajenos. Tu frente erguida buscando el cielo para los tuyos. Camino sin fisuras, ola cálida que nunca ahoga, tierra fértil sin necesidad de abono. Hoy, tu mirada se agota como cirio sin aire anhelando un suspiro de esperanza. Los años golpean sin tregua un cuerpo desgastado y dolorido sobre sueños inalcanzables. Juan Ruiz Ibáñez

Inspirado en los obeliscos egipcios, que representaban la unión de la base de la tierra, con el pico mas alto a la eternidad. Siendo también un símbolo fálico que lo fomento con un par de bolas laterales, homenajeando a la masculinidad.

Obelisco de 3 metros de altura. Encofrado de hormigón armado recubierto de cerámica.

Dos círculos superpuestos de cañas de bambú pintadas representando al sol y la luna, sobre un fondo azul de lamas de madera creando un efecto de cosmos.

Luz natural de colores que penetra desde el exterior del mural entre la cerámica y a través de la vidriera. Por la noche con luz eléctrica desde el interior hace el mismo efecto que por el día, provocando en el recinto el resultado de astro luminoso.

TÉCNICA Cerámica esmaltada, cristales de colores y luces fluorescentes en el interior sobre pared de ladrillo rojo.

Mural realizado para la fachada de mi casa, homenajeando a la música, y en especial, a la música sinfónica.

Inspirado este mural en las formas femeninas del violonchelo y en el lamento melancólico susurrante que imita a la voz humana

Mas de 5 metros de largo, siendo visible por toda la calle y faro nocturno cuando se ilumina.

Armazón de fibra de vidrio recubierto de gresite o cerámica. Soportes de hierro, tensores y cables de acero sobre pared de ladrillo blanco.