Presentación Gilberto Santana Ocaña Justicía Criminal
Sócrates Sócrates expresaba que la “… mejor vida es la vida justa y noble, y por tanto feliz.” Sócrates, era un filósofo que creía en la supremacía de la ley. Esta debería estar por sobre todas las cosas para que existiese el orden necesario en la vida. Además, para este pensador el fundamento principal de nuestro conocimiento se encontraba en la razón del hombre.
Continuación Sócrates fue acusado de pervertir a la juventud, sometido a juicio y sentenciado a muerte. Sócrates sin embargo, habiendo podido apelar de esta decisión o huir eludiendo así la sentencia, no lo hizo. La decisión de este filósofo determinaba algo: el convencimiento en la supremacía de la ley y del rigor que esta revestía como elemento imprescindible. Sócrates creía en la ley griega, en el orden jurídico, y en la importancia de someterse a esta ley y orden. Pensaba que la ley no era el problema sino los hombres. Ahora bien, el principio de seguridad jurídica por la que ha muerto Sócrates explica que la justicia no puede existir si no se obedecen las decisiones de los tribunales. Pero Sócrates explica que la teoría jurídica no es la que ha fallado, no es la ley la incorrecta, sino la aplicación, la injusticia es característica y dominio de los hombres no de las leyes. Las leyes no pueden ser justas o injustas, sino sólo preceptos normativos. La intermediación entre el hombre y la Ley es “la interpretación”, este es el punto clave de todo sistema jurídico. Así que lo que ha fallado no son las leyes, sino los hombres y su forma de interpretar las leyes.
Platón Platón establece que la ética constituía una suposición de que la virtud es conocimiento. Platón tenía otro concepto de justicia, basado en que “cada uno haga lo suyo”, es decir, que cada una de las tres clases sociales (productores, guardianes y gobernantes) de un Estado realice su función. La filosofía platónica parece estar basada más bien en garantizar un sistema justo, y totalmente ordenado y determinado, olvidando las necesidades básicas de la población. Además Platón apuesta por un Estado muy rígido gobernado por los sabios.
Continuación Platón se basa en la afirmación de que la parte racional del ser humano debe controlar los instintos, emociones y deseos que residen en sus otras dos almas (la irascible y la concupiscible). Esto implica un intelectualismo moral como el que defendiera Sócrates: para hacer lo “justo” es preciso conocer la definición de “Justicia”.
Epicuro La justicia, la honestidad y la prudencia, o el equilibrio entre el placer y el sufrimiento. Abogó por la versión de la Regla de Oro: "Es imposible vivir una vida placentera sin vivir sabiamente con justicia (agregando: no hacer daño ni ser perjudicados), y es imposible vivir bien y con prudencia y justicia sin vivir una vida agradable. "Con prudencia", al menos para Epicuro, sería evitar el dolor, el peligro, la enfermedad, etc. "Vivir bien" sería una dieta adecuada con ejercicio, "justicia", en el sentido de la regla de oro, no perjudicar porque no quieres verte perjudicado.
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